"Los jóvenes y el cambio climático: es hora de actuar".
El Día Internacional de la Juventud representa para la comunidad internacional una ocasión única para reconocer el potencial de los jóvenes, valorar sus logros y planificar iniciativas encaminadas a movilizarlos para que participen más eficazmente en el desarrollo de las sociedades en las que viven. Esta jornada permite que se congreguen todas las partes interesadas en una mayor participación de los jóvenes en las tomas de decisiones en todos los niveles.
Cada vez más jóvenes están respondiendo al llamado a la acción en materia de cambio climático. Ya se requiere movilizarlos activamente para la preparación a situaciones de emergencia, la reducción de riesgos y la adaptación a las diferentes amenazas.
El mensaje que para este 12 de agosto de 2008 ha emitido el Secretario General, Ban Ki-moon, hace hincapié precisamente en una de esas áreas prioritarias de acción: La del medio ambiente.
Ban Ki-moon se dirige este año a los jóvenes para decirnos que “si no le hacemos frente, el cambio climático podría dar al traste con los avances conseguidos en relación con los objetivos de desarrollo del Milenio y podría tener también graves consecuencias para la paz y la seguridad”. Aconsejándonos que hagamos cambios radicales en nuestro modo de vida, para que cuando los jóvenes de hoy tengamos el día de mañana su edad, “no nos encontremos que el mundo se haya convertido en un lugar inhóspito”.
El Secretario General de la ONU es muy directo cuando establece que este año el tema ha de ser: “Los jóvenes y el cambio climático: es hora de actuar”. Lo hace porque es muy conciente que los jóvenes se encuentran en una buena situación para contribuir a la lucha desde ahora mismo. Pensando en los valores que aportan los jóvenes, Ban Ki-moon hace la siguiente propuesta: “debería darse a los jóvenes la oportunidad de participar activamente en los procesos de adopción de decisiones en los planos local, nacional y mundial. También pueden apoyar activamente iniciativas que conduzcan a la promulgación de leyes que habrán de ser trascendentales”.
Añadiendo a su mensaje: “Necesitamos una buena dosis del espíritu de los jóvenes en un momento en que el mundo intenta recurrir a formas de energía más limpias y sostenibles, incluidos los recursos renovables. La transición a una economía con una baja emisión de carbono, que confiamos podrá llevarse a cabo durante la vida de los que ahora son jóvenes, ofrece enormes posibilidades. Entre ellas, y no es cosa baladí, un crecimiento económico alimentado por una energía limpia y por la innovación tecnológica que contribuirá a crear empleos que ayudarán a aliviar el grave problema del desempleo juvenil a nivel mundial”.
Ban Ki-moo cierra su llamamiento con las siguientes palabras: “En este Día Internacional de la Juventud, insto a los jóvenes de todo el mundo a que dediquen sus energías y sus brillantes ideas a modelar un planeta más seguro y más sostenible”.
Cada vez más jóvenes están respondiendo al llamado a la acción en materia de cambio climático. Ya se requiere movilizarlos activamente para la preparación a situaciones de emergencia, la reducción de riesgos y la adaptación a las diferentes amenazas.
El mensaje que para este 12 de agosto de 2008 ha emitido el Secretario General, Ban Ki-moon, hace hincapié precisamente en una de esas áreas prioritarias de acción: La del medio ambiente.
Ban Ki-moon se dirige este año a los jóvenes para decirnos que “si no le hacemos frente, el cambio climático podría dar al traste con los avances conseguidos en relación con los objetivos de desarrollo del Milenio y podría tener también graves consecuencias para la paz y la seguridad”. Aconsejándonos que hagamos cambios radicales en nuestro modo de vida, para que cuando los jóvenes de hoy tengamos el día de mañana su edad, “no nos encontremos que el mundo se haya convertido en un lugar inhóspito”.
El Secretario General de la ONU es muy directo cuando establece que este año el tema ha de ser: “Los jóvenes y el cambio climático: es hora de actuar”. Lo hace porque es muy conciente que los jóvenes se encuentran en una buena situación para contribuir a la lucha desde ahora mismo. Pensando en los valores que aportan los jóvenes, Ban Ki-moon hace la siguiente propuesta: “debería darse a los jóvenes la oportunidad de participar activamente en los procesos de adopción de decisiones en los planos local, nacional y mundial. También pueden apoyar activamente iniciativas que conduzcan a la promulgación de leyes que habrán de ser trascendentales”.
Añadiendo a su mensaje: “Necesitamos una buena dosis del espíritu de los jóvenes en un momento en que el mundo intenta recurrir a formas de energía más limpias y sostenibles, incluidos los recursos renovables. La transición a una economía con una baja emisión de carbono, que confiamos podrá llevarse a cabo durante la vida de los que ahora son jóvenes, ofrece enormes posibilidades. Entre ellas, y no es cosa baladí, un crecimiento económico alimentado por una energía limpia y por la innovación tecnológica que contribuirá a crear empleos que ayudarán a aliviar el grave problema del desempleo juvenil a nivel mundial”.
Ban Ki-moo cierra su llamamiento con las siguientes palabras: “En este Día Internacional de la Juventud, insto a los jóvenes de todo el mundo a que dediquen sus energías y sus brillantes ideas a modelar un planeta más seguro y más sostenible”.






