El senador estadounidense Gaylord Nelson pensó, hace 40 años, que debía haber un Día de la Tierra, con el fin de crear conciencia común a los problemas de contaminación, conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales.
Hoy, 40 años después, ese pensamiento es una necesidad para poder seguir habitando en una casa que se sacude sola porque está desordenada, llena de basura y de humo. Explotada…
¿Qué hacer cuando vemos esta contaminación y sus consecuencias, erosión, deshielo, extinción de especies, vulcanismo, terremotos, temperaturas extremas, tsumamis y demás?
El no conocer con exactitud lo que está pasando, hace que algunos se aprovechen para asustar a las personas y formar un caos. Ya que no necesariamente quien tome agua en un envase plástico, use un anillo de oro o tenga papel blanco es un destructor del planeta.
La clave para el cambio es sencilla pero laboriosa
La Tierra es nuestro hogar y se puede comparar con una casa donde todo se descompone y no tenemos mucho dinero, donde debemos cambiar la tubería, la pintura, reparar fugas y canoas, la cocina no enciende, la refrigeradora no enfría, le ducha se quemó y el piso está quebrado.
Remodelemos poco a poco: cambiemos los hábitos de consumo extremo, aprendamos y enseñemos para que la tarea de remodelar sea más sencilla. Adoptemos ideas que pueden hacernos cambiar, sin sentir que estamos perdiendo algo y en un tiempo podremos convivir con el planeta en una integración perfecta.
Hacerlo está en nuestras manos, demos este obsequió al planeta hoy:
1. Reciclemos y reutilicemos
2. Ahorremos recursos agua-energía-combustibles
3. Busquemos y usemos energías alternativas y limpias
4. Evitemos el consumo de objetos innecesarios
5. Pidamos materiales reciclables
6. Evitemos la caza y la pesca ilegal
7. Seamos todos usuarios y guardianes de los recursos
8. Remodelemos nuestros hábitos, por nuestra casa y las futuras generaciones
Hoy, 40 años después, ese pensamiento es una necesidad para poder seguir habitando en una casa que se sacude sola porque está desordenada, llena de basura y de humo. Explotada…
¿Qué hacer cuando vemos esta contaminación y sus consecuencias, erosión, deshielo, extinción de especies, vulcanismo, terremotos, temperaturas extremas, tsumamis y demás?
El no conocer con exactitud lo que está pasando, hace que algunos se aprovechen para asustar a las personas y formar un caos. Ya que no necesariamente quien tome agua en un envase plástico, use un anillo de oro o tenga papel blanco es un destructor del planeta.
La clave para el cambio es sencilla pero laboriosa
La Tierra es nuestro hogar y se puede comparar con una casa donde todo se descompone y no tenemos mucho dinero, donde debemos cambiar la tubería, la pintura, reparar fugas y canoas, la cocina no enciende, la refrigeradora no enfría, le ducha se quemó y el piso está quebrado.
Remodelemos poco a poco: cambiemos los hábitos de consumo extremo, aprendamos y enseñemos para que la tarea de remodelar sea más sencilla. Adoptemos ideas que pueden hacernos cambiar, sin sentir que estamos perdiendo algo y en un tiempo podremos convivir con el planeta en una integración perfecta.
Hacerlo está en nuestras manos, demos este obsequió al planeta hoy:
1. Reciclemos y reutilicemos
2. Ahorremos recursos agua-energía-combustibles
3. Busquemos y usemos energías alternativas y limpias
4. Evitemos el consumo de objetos innecesarios
5. Pidamos materiales reciclables
6. Evitemos la caza y la pesca ilegal
7. Seamos todos usuarios y guardianes de los recursos
8. Remodelemos nuestros hábitos, por nuestra casa y las futuras generaciones
Por: Marielos Saravia
Geóloga y Contralora Ambiental de Península Papagayo
Fuente: www.vueltaenu.co.cr